Los neumáticos, amigos o enemigos

Los neumáticos pueden ser un aliado a la hora de practicar una conducción eficiente desde el punto de vista del consumo de combustible, o todo lo contrario. Su principal misión en el conjunto que forman todas las piezas de un automóvil es facilitar la tracción y adherencia necesarias para el avance, el frenado y la estabilidad.

Una presión inadecuada, más baja de la establecida por el fabricante, provoca que el vehículo ofrezca una mayor resistencia a la rodadura y que el motor se vea obligado a proporcionar más potencia para que pueda desplazarse. La falta de presión en las gomas aumenta el consumo de combustible e incrementa el desgaste y, por tanto, el coste económico.

Unos neumáticos menos hinchados de los que aconseja el fabricante pueden ser causa de un accidente, ya que afectan negativamente tanto a la estabilidad del vehículo como a la capacidad de frenado. Por ello, es necesario mantenerlos a la presión recomendada si no se quiere sufrir un aumento en el gasto de combustible de entre un 3 y un 4%. Se deben revisar al menos una vez al mes y siempre que se vayan a realizar viajes largos, como las vacaciones.

Con el objetivo de contribuir a reducir el consumo, todas las marcas de neumáticos han apostado en los últimos años por unos compuestos de baja resistencia a la rodadura. Estos neumáticos son capaces de llegar a ahorrar hasta un 5% siempre que se utilicen la presión correcta. Son una buena elección cuando se tiene que proceder a sustituir unas gomas en mal estado.

 

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