El Ministerio del Interior y la Fundación Abertis en colaboración con Institut Guttmann, Servei Català de Trànsit y Mossos d’Esquadra, ha lanzado la campaña #SumatuLuz, para concienciar sobre el riesgo que supone conducir tras consumir alcohol, y que se dirige especialmente a los jóvenes que salen de noche.
El pasado sábado 16 de diciembre, dos concurridas discotecas de Barcelona (Cocoa) y Madrid (Guetto) apagaron sus luces y música unos segundos, para sorprender al público. En una pantalla gigante apareció Carlos Rubio, un joven que compartió su testimonio con los asistentes a la fiesta, explicándoles cómo se arruinó su vida por haber cogido el coche después de haber bebido.
“Maté a mi amigo, Juan Antonio. El alcohol hizo que fuera más deprisa de lo normal. Me salí en una curva y me di contra otro coche de frente. Maté a mi amigo, dejé a una persona gravemente herida en el hospital y casi pierdo una pierna, perdí el trabajo y también a mi mujer”, relata Rubio. En su presentación, confiesa que lleva dos años, un mes y quince días en la cárcel porque mató a una persona y casi acaba con otras dos.
El mensaje de Carlos Rubio termina con una frase dirigida a los jóvenes: “Piensas que eso no te puede pasar a ti. Piensas que controlas, que solo son un par de copas, pero sí, te puede pasar también si bebes y coges el coche”.
Según el último informe del Instituto Nacional de Toxicología, el 43% de los conductores fallecidos durante 2016 en accidentes de tráfico, tanto en vías urbanas como interurbanas, dio positivo en las pruebas de alcohol, otras drogas y/o psicofármacos. Estos datos se sitúan en el mismo nivel que en 2015, y se mantiene la tendencia estable que se registra desde el año 2013. El testimonio de Rubio, entonces, pretende transmitir las consecuencias del consumo del alcohol y otras drogas al volante.
Visita el sitio El apagón, y conoce más sobre esta campaña.