Hoy 20 de febrero ha tenido lugar, en el marco de las excavaciones de la Villa Romana del Pla de l’Horta, el acto de firma del convenio del 1% cultural entre el alcalde de Sarrià de Ter, Sr. Torrent, y el director de Red AP-7/AP2 Acesa, Sr. Camacho, por la financiación de la restauración y musealización de la Villa Romana por un importe de 304.500€. El acto además ha permitido hacer una visita guiada por el yacimiento, donde el redactor técnico del Proyecto de Restauración y Musealización de la Diputación de Girona, Sr. Bayona, y el director de las excavaciones de la Universidad de Girona, Sr. Palahí, han explicado en qué consiste el proyecto financiado por Abertis Autopistas y en qué momento se encuentran las campañas de excavación de la Villa.
Abertis Autopistas es el primer operador de autopistas de peaje en el mundo. En España, gestiona un total de 1.526 kilómetros de autopistas, el 59% del total de las vías de peaje del país. Asimismo, participa de forma no mayoritaria en un total de 245 kilómetros, a través de otras concesiones de autopistas y túneles.
En el marco de su política de responsabilidad social corporativa y como muestra de su compromiso con el territorio por donde discurren las autopistas que gestiona, Abertis Autopistas tiene una especial sensibilidad por el patrimonio histórico y artístico y por los valores culturales. Por este motivo, colabora con las principales instituciones culturales, siempre de la mano de las Administraciones Públicas, con el objetivo de hacer la cultura más accesible a la ciudadanía.
El proyecto de excavación y patrimonialización de la villa romana del Pla de l’Horta (Sarrià de Ter) se inició en el año 2008. En el marco de un proyecto de investigación aprobado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria del Instituto de Investigación Histórica de la Universidad de Girona, el Ayuntamiento de Sarrià de Ter y la Diputación de Girona firmaron un convenio de colaboración para impulsar la investigación arqueológica del yacimiento y su patrimonialización.
El yacimiento del Pla de l’Horta es una gran villa de la época romana con un largo período de existencia (entre el siglo I a. de C. y el V d. de C., y con una continuidad de ocupación del espacio en época visigoda (siglo VII d. de C.). Las prospecciones realizadas parecen dibujar un asentamiento que podría superar los 8000 metros cuadrados de superficie, de los cuales actualmente se han excavado aproximadamente un millar. La zona excavada corresponde esencialmente al sector residencial del edificio, donde destacan un conjunto de salas de aparato, todas ellas pavimentadas con mosaicos, estructuradas en torno a un patio presidido por un ninfeo monumental. En los últimos años, además, se ha comenzado a localizar estructuras pertenecientes a la zona productiva de la villa, donde destaca un conjunto formado por una gran sala de prensado (torcularium) y un conjunto de depósitos que configuran una gran instalación para la producción de vino.
Su larga perduración, su complejidad y su estado de conservación la convierten, desde el punto de vista científico, en un elemento primordial para poder entender e interpretar la ocupación del territorio del entorno de Gerunda (la actual Girona) en época romana. Se trata de la villa en mejor estado de conservación de las descubiertas hasta ahora en la actual provincia de Girona y una de las más importantes de toda Cataluña. Tanto el estado de conservación de los restos (con estructuras que en algunos puntos superan los 2 metros de altura), como su riqueza (con gran cantidad de pavimentos musivos, pinturas parietales…) la convierten no sólo en un elemento de gran importancia científica sino también en un valor patrimonial de primer orden y con un alto valor didáctico. En este hecho influye el estado de conservación ya mencionado, pero también su ubicación, muy accesible para los potenciales visitantes. Esta importancia fue reconocida con la catalogación de la villa como Bien Cultural de Interés Nacional por parte de la Generalitat de Catalunya.
Precisamente su estado de conservación obliga a un mayor cuidado en las tareas de restauración y conservación de los elementos recuperados. Las primeras excavaciones ya pusieron de manifiesto la necesidad de crear algún tipo de cobertura para proteger las estructuras más delicadas (mosaicos, pavimentos, pinturas…) de las inclemencias meteorológicas. En este sentido la construcción de una cubierta que proteja la zona central de la villa, así como la concepción de la misma (creando un espacio nítido, con escasos elementos sustentados) debe constituir un salto cualitativo esencial para el yacimiento. Una vez asegurada la conservación de las estructuras, una parte importante de la villa se podrá abrir al público y asumir una nueva etapa en la que a la investigación se podrá añadir la difusión de un yacimiento que constituye, sin duda, un elemento patrimonial de primer orden.