Uno de los principales problemas cuando llueve es la pérdida de adherencia entre el neumático y el pavimento, y la disminución de visibilidad provocados por el agua que se acumula en la superficie del asfalto. Esta acumulación de agua puede provocar pérdida de adherencia con la consecuente falta de control sobre el vehículo, y falta de visibilidad por el agua que se desprende del resto de vehículos o por la estela que dejan a su paso los vehículos de gran tamaño.
Para evitar este tipo de problemas y conseguir una conducción segura es necesario que el agua que cae sea evacuada de forma rápida y óptima, hecho que se consigue con el uso de mezclas drenantes.
Las mezclas drenantes o porosas son mezclas asfálticas que se caracterizan por tener un elevado porcentaje de huecos (del 18 al 25 %) y un esqueleto granular grueso. Esta mezcla se coloca en la parte superior del pavimento, permitiendo que el agua se filtre con rapidez y sea evacuada a otros elementos del drenaje.
Ventajas del uso de las mezclas drenantes
- Elimina el aquaplaning: Uno de los mayores riesgos cuando se da conducción con lluvia es el aquaplaning o hidroplaneo, en el cual la capa del agua que se forma entre el neumático y el pavimento provoca una pérdida de tracción (el vehículo “flota” sobre dicha capa de agua) lo que lleva a una pérdida de tracción con la consiguiente pérdida del control del vehículo. La eliminación rápida del agua gracias a la mezcla drenante impide que este fenómeno aparezca.
- Reducción de la proyección de agua: Al permitir que la superficie de la vía quede libre de agua cuando llueve, el levantamiento y pulverización del agua se reduce, aumentando la visibilidad.
- Menor deslumbramiento: La reflexión de la luz en los pavimentos mojados tradicionales es un problema para los conductores que circulan en dirección contraria por la noche. Las mezclas drenantes permiten que la luz se disperse y se reduzca el problema.
- Reducción del ruido: Las mezclas drenantes son capaces de absorber los ruidos provocados principalmente por el contacto del neumático con el pavimento. Los huecos presentes en la mezcla permiten el paso del aire lo que hace que el sonido se atenúe.
La máxima eficacia de las mezclas drenantes se da en zonas de pluviometría constante de intensidad moderada, donde la “red de canales” que conforman los propios huecos de la mezcla tienen capacidad suficiente para conducir el agua acumulada hasta las cunetas situadas en los márgenes de la calzada, manteniendo toda la superficie de la carretera prácticamente seca durante la precipitación.
No obstante, resultan también eficaces durante periodos de lluvia intensa. En estos casos los “canales” no tienen capacidad suficiente para conducir el agua recogida hasta las cunetas, saturándose rápidamente, pero sí que permiten la generación baja el neumático de un carril “seco” a su paso (la presión del neumático “introduce” el agua pisada por éste en los huecos que, saturados por la alta precipitación, “escupen” hacia la superficie, por los laterales del carril “seco”, el agua previamente contenida). Es decir, la calzada esta mojada pero los carriles bajo las ruedas están secos. Dicho carril “seco” mantiene la adherencia neumático-asfalto, por tanto el control del vehículo y, en consecuencia, la reducción del riesgo de aquaplaning.
Mantenimiento de vías con mezclas drenantes
Las vías pavimentadas con mezclas drenantes llevan implícitas una serie de medidas de mantenimiento que desde Autopistas llevamos a cabo para mantener en buen estado el asfalto de nuestras vías:
- Mayor coste de inicio: Construir una carretera con un pavimento formado por mezclas drenantes encarece el coste inicial de la construcción de la vía.
- Diseño riguroso: La mezcla drenante debe extenderse siempre sobre una capa impermeable y estructuralmente estable, y cuya geometría permita una evacuación óptima del agua.
- Pérdida de drenabilidad: Las mezclas drenantes tienden a obstruirse por la acumulación de polvo y otro elementos contaminantes. Para evitar dichas obstrucciones se deben realizar limpiezas con agua a presión que reduzcan la acumulación de residuos.
- Drenaje adyacente: El agua que se recoge a través de la mezcla drenante debe ser evacuada mediante drenes y cunetas laterales, por lo que a la hora de construir la vía se debe tener en cuenta la creación de un sistema de canales por los que pueda circular el agua.
- Vialidad invernal: La conservación invernal de este tipo de vías requiere un mayor esfuerzo, ya que, por ejemplo, se necesita una mayor cantidad de sales fundentes para mantener las vías libres de nieve y los vehículos con cadenas pueden provocar un arranque superficial de partículas.
- Rehabilitación de la capa de rodadura: el mayor índice de huecos implica necesariamente un esqueleto mineral de la mezcla más débil, lo que se traduce en una menor durabilidad y resistencia a la fatiga de las mezclas drenantes, lo que implica una mayor frecuencia de reposición que en el caso de capas de rodadura convencionales, con un aumento del coste de conservación.
El asfalto es fundamental para una conducción segura, por ese motivo desde Autopistas trabajamos para que nuestras vías estén siempre en buen estado de conservación, adaptando el cuidado de las mismas a cada situación.