Actualmente, las etiquetas de los neumáticos son obligatorias para los turismos (neumáticos C1) y las furgonetas (neumáticos C2), aunque no para los vehículos pesados (neumáticos C3).
Debido a que los neumáticos C3 recorren más kilómetros que las otras categorías y que, además, consumen más combustible, se ha identificado la idoneidad de incluir esta categoría en la normativa de aplicación.
Así, a partir del 1 de mayo de 2021 los neumáticos de los vehículos pesados (nuevos o recauchutados) tendrán su etiqueta europea. Según el nuevo Reglamento 2020/740, a partir de entonces se ofrecerá a los usuarios finales información sobre los parámetros de los neumáticos mediante un sistema de etiquetado.
Los neumáticos recauchutados también dispondrán de etiqueta. El recauchutado de los neumáticos prolonga su vida útil y contribuye a los objetivos de la economía circular, como la reducción de residuos.
Los conductores profesionales podrán decidir sobre sus neumáticos basándose en parámetros como la seguridad, la protección de la salud y la eficiencia económica y ambiental. Además, este nuevo etiquetado fomenta el uso de neumáticos seguros, duraderos y eficientes en términos de consumo de carburante y que presenten bajos niveles de ruido.
Los neumáticos eficientes, en términos de consumo de carburante, pueden ser rentables, ya que el ahorro de carburante que generan compensa con creces el precio de compra que se deriva de su mayor coste de producción. Además, contribuyen a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Reglamento establece que el etiquetado deberá mostrarse de manera visible en los puntos de venta (virtuales o físicos) y los Estados miembros de la UE deberán crear incentivos para la utilización de neumáticos seguros y eficientes, a fin de promover la eficiencia energética, la mitigación del cambio climático, la seguridad vial y la protección del medio ambiente.