La Fundación Abertis, en colaboración con Autopistas, el Institut Guttmann, Cruz Roja y la Dirección General de Tráfico, ha lanzado “Yo te llevo”, una campaña de concienciación para alertar a la ciudadanía del riesgo que supone saltarse las normas de seguridad vial, como usar el móvil al volante, superar el límite de velocidad establecido o conducir tras beber alcohol.
Esta campaña enseña tres situaciones que evidencian que las imprudencias provocan accidentes que pueden dejar secuelas graves e incluso la muerte. La campaña muestra que, en caso de no cumplir las normas, otros vehículos “nos pueden llevar”, pero no precisamente a donde deseamos ir.
Exceso de velocidad en autopistas
Según el “Observatorio sobre el comportamiento de los conductores en la red de autopistas durante la pandemia de la COVID-19” presentado por Autopistas en diciembre de 2020, todavía son muchos los conductores que no respetan los límites de velocidad.
En 2020, la reducción del tráfico en la autopista a causa de las restricciones de movilidad por la pandemia provocó un exceso de confianza en los conductores e influyó en el hecho que un 58% de los vehículos ligeros y un 53% de los pesados conduzcan por encima del límite permitido.
En un accidente con velocidad inadecuada, la probabilidad de morir o sufrir lesiones graves es mayor, puesto que la velocidad reduce la capacidad de reaccionar ante un imprevisto y provoca el llamado “efecto túnel”, un efecto por el que nuestro campo de visión se va reduciendo de manera inversamente proporcional a la velocidad a la que circulamos. Es decir, a más kilómetros por hora, menor campo de visión tenemos, lo que acaba también reduciendo nuestra capacidad de anticipación.
El uso del teléfono móvil, una distracción peligrosa
En su estudio, Autopistas también determina que el 3% de los conductores sigue usando su teléfono durante la conducción. Esta imprudencia implica distracción visual, cognitiva y manual. Al marcar un número en el móvil circulando a 120 km/h recorremos a ciegas una distancia de 429 metros, el equivalente a unos 4 campos de fútbol, distancia que se amplía si, por ejemplo, escribimos un mensaje.
Según datos de la DGT, casi una tercera parte de los siniestros graves y mortales de tráfico se producen por una distracción, siendo el uso del smartphone la primera de ellas. Los accidentes en los que el uso indebido del teléfono móvil al volante está presente se llevan casi tantas vidas como en los que un conductor está ebrio. Usar Whatsapp –u otras aplicaciones de mensajería instantánea– mientras se conduce dispara un 134% el riesgo de accidente, y sin embargo el 43% de los jóvenes lo utilizan mientras van al volante.
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