A pesar de que los desplazamientos han sufrido un descenso muy notable en las autopistas debido al parón de amplios sectores por la crisis de la COVID-19, poco a poco vamos retomando nuestra actividad que, en muchos casos, implica volver a hacer uso de nuestros vehículos.
Tras estos meses en los que el vehículo ha pasado a un segundo plano, nos enfrentamos a un doble desafío: volver a conducir o a ser pasajeros y, a la vez, a adaptarnos a una nueva movilidad. Desde Autopistas, manteniendo la calidad y profesionalidad en la gestión de la vialidad, estamos constantemente monitorizando el tráfico, el tipo de incidencias y la actividad en nuestras vías para estar preparados para este retorno.
Continuamos con el objetivo de cero víctimas en las carreteras. Mantener la responsabilidad y el compromiso al volante no deja de ser una máxima, ya que una relajación derivada de un exceso de confianza o esa falsa sensación de seguridad derivada de la disminución del tráfico puede llevarnos a tomar decisiones precipitadas e incluso a asumir riesgos innecesarios.
Hay que recuperar los buenos hábitos que ya teníamos adquiridos y revisar y concienciarnos de que no podemos relajarnos ante una nueva situación desconocida para todos. La conducción implica una serie de acciones repetidas que mejoran con la práctica y, tras estos meses de paro obligado para muchos de nosotros, debemos volver a familiarizarnos con nuestro vehículo, con la vía y con el resto de los usuarios.
Antes de retomar de nuevo la conducción, desde Autopistas recomendamos planificar con tiempo los desplazamientos y realizar un pequeño trayecto antes de iniciar la ruta. Llevar a cabo una primera toma de contacto por zonas conocidas y hacer una puesta a punto a nuestros reflejos son otras acciones indispensables en esta vuelta a la carretera.
Sin olvidar, previamente, una puesta a punto del vehículo: revisar la presión de los neumáticos, el estado de la batería e incluso el nivel del depósito de combustible nos evitará sorpresas desagradables.
Estamos desentrenados y, hay que recordar cómo es el tipo de conducción que hay que hacer tanto por la autopista como por otras vías con otras características.
Hay que actuar con prudencia y ser capaces de gestionar el estrés o las prisas derivadas de volver a recuperar la posibilidad de conducir y desplazarnos en vehículo privado.