El 10 de junio se celebra el Día Mundial de la Seguridad Vial, una fecha que nos invita a seguir buscando soluciones para reducir la cifra de siniestros en carretera.
La Asamblea General de Naciones Unidas Naciones (ONU) impulsó un Plan Mundial para la Década de Acción para la Seguridad vial 2011-2020 con el que se instó a los países a disminuir en un 50% el número de fallecidos y heridos graves en carretera en 2020, un reto previamente lanzado por la UE para los años 2000-2010. España consiguió una reducción del 44% y Autopistas apoyó esta causa superando el objetivo previamente fijado.
Posteriormente la ONU renovó este acuerdo y estableció el 2º Decenio de Acción para la Seguridad Vial para el período 2021-2030. Desde nuestra empresa estamos dando continuidad a nuestra estrategia a través de 5 pilares: infraestructuras seguras, gestión de la seguridad vial, vehículos más seguros, usuarios más seguros y respuesta post-accidentes.
La seguridad vial en Autopistas
La seguridad vial es uno de los pilares estratégicos de la compañía, implícita en cada una de las decisiones que tomamos en la gestión y mantenimiento de las autopistas y en el diseño de nuevos servicios.
En nuestro modelo de gestión de vías de alta capacidad, nos exigimos un alto compromiso con la movilidad eficiente, segura y sostenible. Cada día millones de conductores nos eligen para planificar y llegar a sus destinos de la forma más segura y cómoda.
La visión “cero víctimas” en carretera eleva nuestro nivel de exigencia con la calidad de nuestras infraestructuras, a través de la monitorización continua del estado de las vías. En nuestro rol de expertos en esta materia, compartimos nuestras experiencias con la sociedad y fomentamos las conductas saludables al volante a través de la participación en foros técnicos, estudios y campañas comunicativas orientadas a la sensibilización de la sociedad.
Disponemos de la máxima certificación en Seguridad Vial, la ISO 39001, una norma internacional de referencia que verifica nuestro cumplimiento con la aplicación de las buenas prácticas del sistema vial.
Nuestro Centro de Seguridad Vial (CESVI) tiene definidas las siguientes líneas de acción: desarrollar estudios sobre seguridad vial y accidentalidad, colaborar con entidades públicas y privadas para la difusión de las mejores prácticas en materia de seguridad vial y promover la cultura vial entre los conductores. Elaboramos observatorios de comportamiento de los conductores en autopistas que compartimos externamente y balances de seguridad vial que analizamos con las principales administraciones de Tráfico en los entornos en los que estamos presentes. Con las principales conclusiones de los estudios, ponemos en marcha campañas para mejorar la seguridad vial tanto a nivel de adopción de medidas específicas como de sensibilización de los conductores.
Nuestra trayectoria desarrollando y gestionando vías de alta capacidad y fomentando programas de seguridad vial, hace que participemos en las principales mesas de trabajo, ponencias técnicas, congresos y foros especializados. Formamos parte de SEOPAN, la Asociación Técnica de la Carretera, ITS, AETOS, entre otras, en las que se impulsa la cultura de la seguridad vial.
HACIA EL OBJETIVO CERO
Para evolucionar en este objetivo, Cristina Zamorano, Jefa del CESVI, insiste en “la necesidad de desarrollar un sistema de intercambio de buenas prácticas, que implique la colaboración de todos los colectivos implicados: administraciones, gestores de infraestructuras, servicios de emergencia, asociaciones de víctimas, sistema educativo … Las operaciones de mantenimiento y conservación deben estar apoyadas por planes de inversión en seguridad vial; en conocimiento; innovación; e I+D y proyectos de investigación”.
Contar con sistemas robustos para la gestión del tráfico y la vialidad y tecnologías que faciliten una interacción constante entre el vehículo, la infraestructura y el factor humano es también tremendamente útil. Los estudios de Big Data e inteligencia artificial pueden servirnos para detectar conductas de riesgo. Y por supuesto necesitamos seguir trabajando en la prevención, tomando como modelo las llamadas autopistas que perdonan y amigables, que son capaces de minimizar las consecuencias derivadas de posibles errores de los conductores.
Sin duda, las carreteras han contribuido a la mejora del nivel y la calidad de vida de los ciudadanos. Seguir invirtiendo en su seguridad y desarrollo es la mejor manera de asegurarnos de que en un futuro cercano consigamos hacer realidad los objetivos marcados por la ONU en todo el mundo.