Ocho de cada diez jóvenes de entre 16 y 22 años considera que los conductores noveles son los que tienen más conductas de riesgo al volante, según arroja el estudio de opinión sobre seguridad vial realizado por Abertis y la Dirección General de Tráfico. El informe sobre jóvenes al volante también destaca que una cuarta parte de los encuestados estaría dispuesto a endurecer los límites de alcohol y que las mujeres son el grupo más sensibilizado ante los peligros de mezclar alcohol y conducción.
El estudio de opinión Jóvenes al volante, realizado a partir de entrevistas personales a 2.000 jóvenes de toda España, planteó la posición de los encuestados respecto a los actuales límites de alcohol y drogas para conducir.
Un 26% consideró que los límites son demasiado permisivos con las conductas de riesgo al volante, y por lo tanto deberían endurecerse. En el caso de las encuestadas, el porcentaje se incrementó hasta una de cada tres, así como también entre jóvenes de entre 16 y 17 años que todavía no han tenido acceso al permiso de conducir. Solo uno de cada diez jóvenes reduciría los actuales límites de alcohol y drogas.
En conjunto, ocho de cada diez jóvenes comprendidos en la franja de edad del estudio considera que son precisamente los conductores noveles los que tienen más conductas de riesgo al volante, especialmente relacionadas con el uso del teléfono móvil durante la conducción, pero también con el consumo de alcohol y drogas. La percepción es que los jóvenes tienen más conducta de riesgo que los mayores de 40 años.
Acceso alternativo al permiso de conducción
Si los jóvenes que no han tenido acceso todavía al permiso de conducción son la franja de edad más sensibilizada con las conductas de riesgo al volante, también son el grupo de encuestados que ven más favorablemente que sus padres o familiares directos estuvieran facultados para enseñarles a conducir.
Según este grupo de edad, la posibilidad de aprender a conducir con un familiar podría contribuir a desarrollar posteriormente una conducta más responsable al volante. Hasta el 61% de todos los jóvenes entrevistados se muestran partidarios de esta posibilidad, y valorarían positivamente que el familiar que les enseñase a conducir fuera un conductor habitual (70%) y que no tuviese multas por infracciones graves (38%).
Durante el proceso de aprendizaje previo a la obtención del permiso de conducir, los jóvenes considerarían razonable tener algún tipo de limitación respecto al resto de conductores. Entre las más repetidas por los encuestados se encuentra un límite de velocidad inferior (79%) o la prohibición de circular por autopista (49%). Con todo, el 39% no estaría de acuerdo en que entre las limitaciones de su proceso de aprendizaje figurara la prohibición de circular por la noche.
Según el estudio Jóvenes al volante, el 80% de los encuestados considera que el carné por puntos es una buena herramienta para mejorar la seguridad vial. Este apoyo al carné por puntos es tres puntos porcentuales superior en el caso de las mujeres.
Un porcentaje de jóvenes similar considera positiva la presencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad en la carretera para mejorar la seguridad vial. Los jóvenes también consideran mayoritariamente que la presencia de policía en la carretera tiene como objetivo ayudar a los conductores, un porcentaje que se incrementa nuevamente en el caso de las mujeres aunque tiende a disminuir en la franja de edad superior de los 20 a los 22 años. El 74% también considera que la Guardia Civil, la Ertzaintza y los Mossos d’Esquadra contribuyen a mejorar la circulación, aunque el 69% desconfía de su presencia y considera que su única función es multar a los conductores.