Llevar al día un correcto mantenimiento de las partes más importantes del vehículo, no sólo supone ahorro en el gasto tanto de carburante como de una posible factura derivada de una avería o mal funcionamiento, sino que es fundamental para evitar accidentes.
Toma las siguientes precauciones y reducirás el coste de mantenimiento a la vez que ganarás en seguridad.
- Comprueba el estado y presión de los neumáticos. La falta de presión o mal estado de los neumáticos aumenta el gasto de combustible y puede ser además una causa importante de accidente en carretera. Hay que vigilar periódicamente el dibujo y cuando las ruedas muestren síntomas de desgaste, sustituirlas por unas nuevas.
- Limpia los cristales por dentro y por fuera. Es un factor clave en la seguridad de la conducción. El polvo y la suciedad acumulados en el parabrisas reducen considerablemente la visibilidad, poniendo en peligro la seguridad del vehículo.
- Asegúrate de que los faros y luces están libres de suciedad. De esta manera mejorarás la visibilidad e iluminación de tu vehículo.
- Revisa una vez al mes los niveles de líquido de frenos, la dirección asistida y el líquido refrigerante. Así asegurarás que no se desperdicie ni una gota de carburante innecesaria y evitarás posibles accidentes.
- Comprueba el nivel de aceite del motor. En coches de más de 10 años el cambio de aceite debe ser una vez recorridos entre 7.000 y 10.000km, en coches más modernos entre 20.000 y 30.000km. Además, no se debe olvidar que es necesario utilizar el aceite más apropiado para cada motor, ya que una elección incorrecta puede aumentar el consumo hasta un 3%.